domingo, 18 de noviembre de 2012

CONFERENCIAS DE MONSEÑOR WILLIAMSON EN BRISTOL.- N° VII

Seguimos con la publicación de estas magníficas conferencias. Recuerde que se conserva el estilo hablado. Los pasajes en cursiva son intervenciones de la audiencia. ¡Buena lectura!





VII


Estamos en guerra.  Al parecer Monseñor Fellay ha prohibido las ordenaciones a los dominicos y los franciscanos, él no va a ordenar a sus diáconos el próximo viernes, en seis días. Los benedictinos han tratado de negociar. Han pedido negociar, pero ayer por la tarde la respuesta seguía siendo no. Mons. Fellay está arruinando esto. Él está activando las armas pesadas y le está tirando exactamente a cualquiera que se atreva a oponérsele. Estamos en guerra. Realmente no sé lo que va a suceder. Pueden venirse los puñetazos en su propia parroquia. Eso es lo que puede venir. La Fraternidad entera se puede dividir. Si la Fraternidad se divide, será un triunfo absoluto de Roma, salvo que Dios quiera sacar de esto, por decirlo así, una purificación de la resistencia, ya sea que la resistencia reforme fuera de la Fraternidad, porque Mons. Fellay mantiene el control de la Fraternidad, o si la resistencia se las arregla para sacar a Monseñor Fellay y sus amigos fuera de ella; de cualquier forma, por un lado Roma gana porque divide la Fraternidad. Por otro lado, Dios gana porque la resistencia tendrá una idea mucho más clara de lo que se trata. Los liberales y los anti-liberales se separarán, y los anti-liberales tendrán una idea mucho más clara de lo que se trata, pero entonces, como les digo, otros diez años más tarde se repetirá el ciclo. De esa manera sucede.

¿Quién fue el que dijo que la Fraternidad estaría bien por 40 años y entonces empezaría a corromperse?

Esa es una pregunta muy interesante. Cuando estaba en Ecône, el Padre Barrielle era un viejo sacerdote francés. Nacido en 1897. Cuando lo conocí estaba en sus 70 y 80 años, y murió en 1983, creo, a la edad de 86 años. Él era sacerdote en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, y había sido el párroco de una parroquia francesa muy grande en Marsella;  tenía algunos feligreses que hicieron los Ejercicios Espirituales durante cinco días con un sacerdote español, el Padre Vallet, en realidad un apellido francés, pero él era de Cataluña. El Padre Vallet era jesuita. Murió en 1947. Él entendía los Ejercicios. Era un predicador brillante de los Ejercicios [ignacianos]. Algunos feligreses de la parroquia del P. Barrielle hicieron los Ejercicios, y los feligreses regresaron más valientes, mucho más valiente que nunca. El Padre Barrielle se rascó la cabeza, y pensó: "Hay algo aquí", por lo que él mismo fue a hacer los ejercicios, y se le prendió fuego. Así que él consiguió el permiso para salir de la diócesis y de afiliarse a la pequeña congregación del Padre Vallet. Se incorporó en el año 1942, durante la guerra, en Vichy, Francia. Pasó entonces dos años al lado del Padre Vallet, y escuchó un montón de cosas que el P. Vallet había dicho, tomó mucho de él, aprendió a dar los Ejercicios, y más tarde fue él quien le enseñaría a los seminaristas de Ecône cómo dar los Ejercicios, y los futuros sacerdotes de Ecône darían los Ejercicios en todo el mundo.

Fue el Padre Vallet quien en realidad creó la versión de cinco días.

Él  hizo la versión de cinco días, de los 30-días de Ejercicios de San Ignacio. En los originales son 30 días de duración, que el P. Vallet adaptó a  cinco días para que la gente hoy en día, que no puede tomarse un mes, pero sí puede tomar una semana de descanso; muchos de los hombres modernos con trabajos modernos, pudieron hacer los Ejercicios, y fueron de un gran éxito en el sur de Francia durante la década de 1930 y durante la década de 1940. En 1944 el Padre Vallet tuvo que huir de Francia a causa de la "liberación". Los comunistas estaban liberando Francia y estaban matando a cualquiera que fuera de derecha. Mataron a muchos católicos, especialmente los más fervientes cuyos nombres habían recibido los comunistas, los comunistas estaban matando gente como el Padre Vallet. Él huyó a la España de la época franquista, y allí estableció los ejercicios de nuevo, con poco éxito por varias razones. Murió en 1947, cuando tenía sólo tres años de haber regresado a España, su país de origen. El Padre Barrielle tomó muchas cosas de Padre Vallet, y luego, cuando él estaba en Ecône, el P. Barrielle citaba frecuentemente al P. Vallet, estas cosas que él recordaba de lo que decía el P. Vallet. El P. Vallet tenía estudios de los Ejercicios muy profundos. Estudió la historia de los Ejercicios. Él estudió el uso de los ejercicios en varias congregaciones a lo largo de los años, desde  el tiempo de San Ignacio en adelante. Cuando el P. Vallet estudiaba la historia de los Ejercicios, observó algo: que cualquier congregación que predicó los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, tardaron más o menos 40 años antes de que a la congregación le sucediera algo, de manera que no volvieron a predicar más los Ejercicios. En otras palabras, cada vez que uno de los fundadores comenzó una sociedad, una congregación o una orden, con los ejercicios como una parte importante de su apostolado, como el diablo odia los ejercicios  por lo general en  40 años tendría éxito en la paralización, mutilación, dilución, deshaciendo esa congregación u orden que los predicaba. Así en la Fraternidad de San Pío X, fundada en 1970, los seminaristas comenzaron a ayudar a P. Barrielle a predicar los Ejercicios en 1973. Lo sé porque yo fui el primer seminarista que estuvo ayudando al P. Barrielle, es así que sabía sobre él, y luego siguieron muchos otros. Dijo que: "Después de 40 años, el diablo debilita cualquier orden, congregación, casa, o sociedad que predica los Ejercicios." Los seminaristas de Ecône comenzaron a predicar los Ejercicios en 1973. Falta un año para que se cumplan los 40 años, en 2013, por lo que ahí tienen.

Es sólo una coincidencia interesante, pero lo que es lógico, es que el diablo odia los ejercicios, ya que los ejercicios católicos realmente hacen poner de nuevo sobre sus pies a los hombres y las mujeres. Son mejores para los hombres, porque los hombres son más lógicos,  porque estos ejercicios son muy lógicos, pero le hacen mucho bien a las mujeres, y, sobre todo, cuando las mujeres,  luego que vuelven a casa envían a sus maridos: "Cariño, es excelente hacer esos ejercicios. Cariño, te estoy diciendo, haz esos ejercicios." Sí, querida, sí, querida, sí, querida." La verdad es que muchas mujeres de hoy en día son más varoniles, en el buen sentido, que muchos hombres. Es terrible. Muchos hombres hoy en día son trapos de cocina. Es increíble. Los hombres están deshechos porque sus mentes no están funcionando. La prerrogativa de la mujer son las emociones, y es mucho mejor en las emociones, la mente de las mujeres no siempre funciona igual o no siempre captan igual, por lo que si los Ejercicios apelan a la mente, apelan a la razón, apelan a la lógica, no es allí donde se gana a las mujeres. Las mujeres se ganan al hacerlas llorar. Eso es una exageración, por supuesto, pero hay excepciones. La señora Thatcher fue el mejor hombre que Inglaterra tenía en ese momento.
¿Cuántos de ustedes han visto la película de Meryl Streep sobre la señora Thatcher? Es digna de verse.

La toman como una mujer con demencia, quien llegó a ser primer ministro. Se concentraron demasiado en eso.

Así es. Los cineastas son izquierdistas. Los izquierdistas se sienten desafiados por esta figura de derecha que realmente se plantó por el ala derechista con éxito, por lo que los izquierdistas tienen que lidiar con eso, y por lo tanto se vuelven a ella como la polilla al fuego. Van en contra de los derechistas que realmente tienen algunas convicciones, porque los izquierdistas no pueden entender que las personas tengan convicciones opuestas a su religión, porque el socialismo es su religión. El Nuevo Orden Mundial es la religión de los izquierdistas. Cuando ellos regresan, tienen que derribarla, pero la tienen que considerar pero también derribarla, por lo quela presentan esencialmente, en la vejez, como una anciana demente, pero recordando el pasado, y de ese modo se nos presenta la historia de su carrera. Ella era una mujer suficientemente notable para hacer que incluso las exposiciones retrospectivas valgan la pena, diría yo. La actuación de Meryl Streep es excepcional. Ella es de izquierda, pero  también se siente llamada. Ella sintió que la señora Tatcher era la persona en quien quería convertirse, y desde luego se metió dentro de la piel de la señora Thatcher. Realmente es muy parecida a ella - la voz, la inflexión, todo. Es una pieza brillante de la actuación. No es una hermosa pieza de trabajo en conjunto, pero  permite obtener una visión buena de la señora Thatcher, que no era católica, pero ella tenía algo. No le gustaba el nuevo mundo. No le gustaba Europa. Ella tenía muchos buenos valores británicos antiguos, que la gente, la mayoría de la gente había abandonado para entonces, y los han abandonado aún más, se plantó a favor de muchas cosas que Bretaña solía apoyar y las apoyó exitosamente porque estaba muy convencida. Hay algunas buenas citas de ella en la película. Ella llama a los liberales "implacables aplacadores" y "liberales pusilánimes." Ella tiene algunas frases buenas. Es interesante verlo.

Así que esa es la frase sobre los 40 años. Realmente parece que la Fraternidad se va a tener que dividir. Es muy triste y muy grave. Humanamente es un desastre, pero divinamente, puede ser una purificación grande y buena. Lo que ustedes los hombres necesitan, es conseguir que sus mentes funcionen y tener sus ideas y sus principios claros para que puedan juzgar, a la luz de los principios superiores, lo que está sucediendo, de modo que ustedes no se guíen sólo por sus emociones: "Oh, Roma! ¡Oh, Roma! ¡Oh, el Arzobispo! ¡Oh, el Arzobispo!" Varios tontos cantan esa canción. El Arzobispo habría sido la última persona que hubiera querido tener a la gente cantando su nombre alabándolo. El Arzobispo decía: "Si usted apoya lo que yo apoyo está bien, pero no se queden por mí. No se trata de mí."

Esta es la entrevista de 1989. Aquí hay otra objeción clásica: "¿Peligro de Cisma?”  

Pregunta: ¿No teme que a la larga y cuando Dios le haya llamado a Sí, poco a poco la separación se acentúe y que se tenga la impre­sión de una Iglesia paralela a lo que algunos llaman la “Iglesia vi­sible”?

El Arzobispo Lefebvre dijo: "Hablar de la Iglesia ‘visible’  por parte  de Dom Gérard y el señor Madiran es infantil." Dom Gérard fue el abad de la abadía benedictina que se separó de la Fraternidad inmediatamente después de las consagraciones. Jean Madiran era el editor de una prestigiosa revista católica llamada Itinérarios en los años 1960 y 1970, y quien prestó un gran servicio a la causa católica, pero luego, cuando Juan Pablo II se convirtió en Papa, Madiran se volvió pastoso. Un hombre muy inteligente pero que se volvió pastoso,  y entonces se alejó del Arzobispo. Don Gérard y Madiran, ambos,  criticaron al Arzobispo por la creación de una Iglesia opuesta a la "Iglesia visible" la Iglesia ‘visible’ es la Iglesia Católica, por lo tanto, si ustedes están fuera de la " Iglesia visible" ustedes están fuera de la Iglesia Católica. El Arzobispo dijo que esa manera de hablar es ‘infantil’”

"Esta historia de la Igle­sia visible de Dom Gérard y M. Madiran es infantil. Es increíble que se pueda hablar de Iglesia vi­sible para designar a la Iglesia conciliar por oposición a la Iglesia católica que intentamos represen­tar y continuar. Yo no digo que somos la Iglesia católica. No lo he dicho nunca. Nadie puede reprocharme de haber querido nunca considerarme un papa. Pero re­presentamos verdaderamente a la Iglesia católica tal como era en to­do tiempo puesto que continua­mos lo que ella siempre ha hecho. Somos nosotros quienes poseen las notas de la Iglesia visible: la unidad, catolicidad, apostolicidad, santidad. Es esto lo que constituye la Iglesia visible”.

"El señor Madiran objetó: 'La Iglesia oficial también tiene infalibilidad." Sin embargo, en el tema de la infalibilidad, hay que decir, como dijo el P. Dulac en una frase sugestiva sobre el Papa Pablo VI: “Años atrás, cuando la Iglesia tenía varios papas, se podía elegir uno entre ellos. Ahora tenemos dos papas en uno."

Tenemos un Papa de la Iglesia modernizada, y él es el mismo que el Papa de la Iglesia Católica: Un Papa con dos iglesias. En lugar de la forma anterior, dos papas para una iglesia, ahora es un papa para dos iglesias.

Cada uno de los últimos Papas son realmente dos papas en uno. En lo que representa la tradi­ción de los papas, la tradición de la infalibilidad, estamos de acuer­do con el Papa. Le estamos adhe­ridos en tanto que continúe la su­cesión de Pedro y a causa de las promesas de infalibilidad que le han sido hechas. Somos nosotros los que estamos apegados a la infalibilidad Papal. Pero él, aunque en ciertos aspectos goza de la infalibilidad por ser Papa, sin embargo, por sus intenciones e ideas conciliares el Papa se opone a la infalibilidad porque no quiere tener nada que ver con la infalibilidad. Él no cree en ella y él no realiza actos sellados con el sello de la infalibilidad. Es por eso que querían que el Vaticano II fuera un concilio pastoral y no un concilio dogmático, porque no creen en la infalibilidad. Ellos no quieren la verdad de una vez y para siempre. Ellos no quieren una verdad estable, precisa e inmutable. La verdad debe vivir y debe evolucionar con el tiempo, puede cambiar con el tiempo, con la historia, con el conocimiento, mientras que la infalibilidad establece una fórmula de una vez por todas. Produce y estampa una verdad como inmutable. Eso es algo que los liberales no pueden creer, y es por eso que nosotros somos los que estamos a favor de la infalibilidad, y la iglesia conciliar no lo está. La Iglesia Conciliar está en contra de la infalibilidad.
Eso es seguro y cierto.

"
El cardenal Ratzinger está contra la infalibilidad, el Papa está contra la infalibilidad por su for­mación filosófica. Que se nos comprenda bien, nosotros no esta­mos contra el Papa en tanto que representa todos los valores de la sede apostólica, que son inmuta­bles de la sede de Pedro, sino contra el Papa que es modernista que no cree en su propia infalibili­dad, que hace ecumenismo. Evi­dentemente estamos contra la Iglesia conciliar que es práctica­mente cismática, aunque ellos no lo acepten. En la práctica es una Iglesia virtualmente excomulgada, porque es una Iglesia modernista. Son ellos quienes nos excomulgan, cuando nosotros queremos per­manecer católicos. Queremos per­manecer con el Papa católico y con la Iglesia católica. He ahí la diferencia.
Que el señor Madiran, que co­noce bien la situación, venga a de­cir de nosotros que dejamos la Iglesia visible que posee la infali­bilidad, son palabras que no ex­presan la realidad.

¿"Benevolencia hacia la Tradición”?  Pregunta: ¿Qué pensar finalmente de la actitud de Roma que puede estar representada por los carde­nales Ratzinger y Mayer que hasta ahora dan prueba de una cierta to­lerancia frente al Barroux, a la Hermandad San Vicente Ferrer, a la Hermandad de San Pedro? ¿Piensa que son sinceros? ¿Se tra­ía de un doble juego que prosegui­rá el tiempo de lograr la adhesión de otros grupos tradicionalistas y que entonces, ya el juego termina­do, se pedirá a los “reconciliados” con Roma: someteos al Concilio?
¿O bien se tratara de un giro a ins­cribir en su activo?

Si estos cardenales están siendo tan amables con determinados grupos Tradicionalistas, ¿estos cardenales son realmente agradables, o es un juego?

Respuesta del Arzobispo:
Hay bastantes signos que nos muestran que eso es sola­mente esporádico y provisional. No son reglamentos generales pa­ra todos los sacerdotes y para el mundo entero. Son privilegios ex­cepcionales otorgados para casos determinados. Así, lo concedido a la abadía de Fontgombault o a las hermanas de Jouques y a otros monasterios —ellos no lo dicen— pero es según el indulto. Ahora bien el indulto es una excepción. Puede ser retirado siempre. El in­dulto confirma la regla general. Y ésta es la nueva misa, la nueva li­turgia. Es pues una excepción he­cha a estas comunidades.

Tenemos un ejemplo en Lon­dres, donde el cardenal arzobispo ha inaugurado tres centros de mi­sas alrededor de nuestro propio centro, en la capital británica, pa­ra intentar quitarnos los fieles. “Hago una prueba por seis meses” ha dicho. Si nuestros fieles co­mienzan a separarse de nuestro centro, continuará. Si al contrario los fieles se quedan con nosotros, las suprimirá. Si se les suprimen estas misas, los fieles que habrán recuperado el gusto por la misa tradicional vendrán sin duda con nosotros.

Parece que el cardenal Lustiger consideraría el dar una iglesia a los sacerdotes que nos han dejado, pero exigiría también que se celebre la Nueva Misa. Cuando nosotros discutíamos en Roma con el cardenal Ratzinger, él me dijo que ante la perspectiva de un acuerdo, si se diera la autorización para utilizar la antigua liturgia en San Nicolás, sería necesario tam­bién que se celebrase la misa nue­va.

Estaba perfectamente claro y eso ilustra muy bien su estado de espíritu. No se trata para ellos de abandonar la nueva misa. Al con­trario y eso es evidente. Por eso lo que puede aparecer como una concesión no es en realidad más que una maniobra para llegar a quitarnos el mayor número posi­ble de fieles. Es preciso convencer a los fieles que se trata de una ma­niobra, que es un peligro el poner­se en las manos de los obispos conciliares y de la Roma moder­nista. Es el mayor peligro que los amenaza. Si hemos luchado du­rante veinte años para evitar los errores conciliares, no es para po­nernos ahora en las manos de quienes los profesan”.

¿Cómo  se puede decir más claramente? Está muy claro. Lo que caracteriza a estas personas conciliares es que ellos profesan errores. Profesan cosas contrarias a la doctrina de la Iglesia. Si ustedes tienen su postura sobre la doctrina de la Iglesia, ¿cómo pueden negociar con personas que están cambiando la doctrina de la Iglesia? No es posible, eso es lo que están haciendo. Eso es lo que quieren hacer. No tiene sentido.

Pregunta: "¿Cuando todo está dicho y hecho, entonces, no se arrepiente?"

El arzobispo responde: "No, en absoluto. Creo que todo lo que ocurrió alrededor de las consagraciones se produjo de una manera verdaderamente providencial y casi milagrosa”.

Hoy también podemos ver a Dios actuando de una manera providencial y casi milagrosa para proteger, salvar y purificar la Tradición. No sé lo que va a suceder, pero no me sorprendería si ese es el resultado final. Humanamente, se ve como un desastre horrible. Divinamente, puede que el Señor Dios esté clasificando a la Tradición.

El Arzobispo continúa: "Muchas personas me estaban urgiendo," Está envejeciendo. Si usted desaparece ¿qué será de nosotros? "Pude haber ordenado obispos por lo menos tres o cuatro años atrás. Incluso hubiera sido razonable, pero creo que el buen Dios quería que las cosas maduraran suavemente, para mostrar claramente a Roma que hemos hecho todo lo posible por obtener la autorización para tener obispos verdaderamente tradicionales".

Él hizo todo lo posible para conseguir la autorización administrativa para continuar la Tradición. La Iglesia oficial le negó la autorización. Es por eso que el Arzobispo lo hizo por su cuenta.

"Incluso durante la firma del protocolo, Roma se negó a darnos tres obispos, y si hubiéramos seguido adelante, en la práctica, habría tenido todo tipo de dificultades imaginables. Sinceramente, creo que tuvimos que tomar la decisión que tomé, ya estábamos en el límite extremo.”

Él murió dos años y medio más tarde.

Mons. de Castro Mayer está ahora tan acabado que ya no puede decir su misa, y esto a menos de un año después de las consa­graciones.

Pienso verdaderamente que ha sido milagrosa su venida, su viaje, su admirable profesión de fe, la aceptación de hacer conmigo la ceremonia de consagración de nuestros obispos. Todo ha sido milagroso. La prensa no ha eva­luado la importancia de su presen­cia. Pero para mí y para todos los obispos que han sido consagrados ha sido verdaderamente una gra­cia extraordinaria. El hecho de ha­ber sido consagrados por dos obis­pos es muy importante. En cuanto a mí, me siento bien, no tengo ninguna enferme­dad grave, pero me siento fatigado y voy a verme obligado a renun­ciar a las ceremonias que todavía realizo pues ya no me veo con fuerzas. Me siento ya incapaz de hacer lo que hacía. Me insisten pa­ra que vuelva a Argentina, para que vaya a los Estados Unidos a ver el nuevo seminario de Winona. Pero hay límites y no puedo más. Conservo sólo las cosas que no cansan: una bendición de capi­lla, una toma de hábito en las car­melitas, una primera misa a la cual asistiré; en fin, pocas cosas con re­lación a mis actividades anterio­res. Siento claramente que para mí también el 30 de junio pasado era la fecha límite. Creo que Dios quería que las cosas se desarrolla­ran tal como han transcurrido. To­dos los que han asistido a esta ce­remonia guardan de ella un recuerdo extraordinario. Todo ha sido providencial. Podemos esperar que los fieles sean cada vez más y más numero­sos, que abran los ojos y acaben por ver dónde se encuentra la ver­dad y que la salvación está en la Tradición y no en la Iglesia conci­liar que es cada vez más y más cis­mática.


Pregunta:" Desde luego se da cuenta de que su nombre ha desaparecido de la última edición del Anuario Pontificio, el anuario Papal, editado en Roma"

Responde el arzobispo: "Creo que mi nombre no ha desaparecido del anuario del Buen Dios. Al menos eso espero, y eso es lo que importa"


A lo largo de la vida del Arzobispo, se convirtió más cínico hacia el final de su vida o ¿era sólo una aceptación de la realidad de la situación?

Yo no diría cínico. Yo no creo que sea la palabra adecuada. Él acabó por reconocer a los romanos por lo que eran. Esperaba contra toda esperanza, que serían mejores de lo que pensaba, pero era realista. El no iba a hacerse ilusiones. Quería que los romanos autorizaran pero sospechaba que no lo harían. Él no estaba seguro de que lo harían. Efectivamente no lo hicieron. Luego actuó según lo que tenía en mente. Él no actuó según sus sentimientos. Yo no creo que haya sido una cuestión de cinismo. Es sólo que él tenía mucha experiencia. Conocía el mundo, él conocía esos clérigos, él sabía que no eran  lo que debían ser, y él sabía que iban saliéndose del camino, pero no creo que eso sea cinismo. Es realismo solamente, yo lo llamo así. Así que era realista, y nos llevaron a ser más realistas que nunca al final, sí, pero no creo sea cinismo.

Lo que usted acaba de relatarnos acerca de la noticia de que varias congregaciones tradicionalistas en Francia no podrán tener la ordenación de sus diáconos: se trata de un acto de guerra.

Sí, esto es la guerra.

Esas congregaciones tradicionalistas pueden expresar a Menzingen sus reservas sobre este acuerdo, sin embargo, Menzingen ha reaccionado exageradamente, lo que indica una intransigencia y la impaciencia también con cualquier manifestación de oposición.

Eso es. Es una tiranía.

Así que seguramente esto abrirá muchos ojos en Francia.

Es de esperar, pero los liberales son soñadores y no quieren la realidad. No quieren reconocer la realidad, por lo que eso no abrirá los ojos de mucha gente,  pero a algunos sí les abrirá los ojos, sí.

Las relaciones con Silver City ¿son más cordiales?

Lo único que he oído decir de Silver City, que son los benedictinos en los Estados Unidos, es que ellos están de lado de Monseñor Fellay. No sé si es verdad. No he tenido ninguna confirmación de eso, pero eso es lo que he oído. A  decir verdad, no me sorprendería.

Parece irónico que Monseñor Fellay esté tratando a esas Ordenes Religiosas como fueron tratados los Redentoristas cuando decidieron ir hacia Roma, en el sentido de que una vez más se está ilustrando el cambio de actitudes en Menzingen.

Mons. Fellay estaba feliz de tratarlos como parias en ese momento, y ahora la situación ha dado un giro completo.

Sí. Ahora Mons. Fellay debe estar en el lado de los Redentoristas porque se han ido por el camino que él está deseando ir. Es increíble. Es un giro de 180 grados. Se puede decir que Monseñor Fellay internamente siempre estuvo en esta dirección. Es sólo que él fingió estar yendo en la dirección de la Fraternidad y ahora sucede que realmente está siguiendo su propia dirección, que era su dirección desde hacía  tiempo, pero en cualquier caso es una vuelta completa.

Es el mundo moderno contra Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cuáles son las ideas acerca del Estado y la Iglesia, Dios, el hombre, la vida en la Iglesia católica, y cuáles son las ideas del Estado y la Iglesia, el mundo, el hombre, Dios, las ideas del Nuevo Orden Mundial. Chocan de frente y el Syllabus establece las ideas católicas, que es lo que la Tradición esta defendiendo básicamente. El Arzobispo dijo: "El Syllabus está donde está." En otras palabras, el Syllabus expone los errores modernos, el mundo moderno, y de eso se trata el choque.

Ahora permítanme darles lo que Monseñor de Galarreta preparó para la reunión de los Superiores en Albano, del 7 de octubre del año pasado, la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Monseñor de Galarreta escribió un texto, que es de doce páginas. No es tan largo, pero es muy claro y está justo en la línea. Se llama Reflexiones Respecto a la Propuesta Romana. Estamos hablando de la propuesta romana del 14 de septiembre.

Lamentablemente no tengo el texto del 14 de septiembre. Yo ciertamente no lo tengo conmigo. No estoy seguro que esté en Londres, nunca me lo enviaron. Nunca lo he visto. He estado fuera unos años. Mons. Fellay no envía nada para mí, o muy poco. Él mantiene todas estas cosas en secreto. ¿Por qué mantiene en secreto todas esas cosas? Normalmente alguien mantiene las cosas en secreto cuando tiene algo que ocultar, y lo que escondía era su ‘venta de la Fraternidad’. Yo diría eso. Eso es lo que parece. Él tiene una versión diferente de lo que estaba haciendo. Él decía que fueron los romanos los que insistían sobre la confidencialidad. Bueno, de nuevo mi respuesta a eso sería que cuando se trataba de las discusiones, es la Fraternidad la que estaba en el asiento del conductor y no Roma. Normalmente, por supuesto, Roma está siempre en el asiento del conductor, ya que es la autoridad suprema, pero si ustedes tienen la Verdad, y Roma no tiene la Verdad, la Verdad está en el asiento del conductor, y por lo tanto la Fraternidad estaba en el asiento del conductor. Por lo tanto, si Roma, dijo: "Queremos que estas conversaciones sean confidenciales", Mons. Fellay debería haber dicho: "De ninguna manera, y si no les gusta la condición de que sean totalmente transparentes y abiertas, entonces que no haya discusiones. No queremos estas discusiones. Son ustedes quienes quieren  estos debates. "Entonces los romanos habrían tenido que dar marcha atrás y pensar dos veces y volver de nuevo con alguna otra idea. Entonces siempre que Monseñor Fellay hacía algo con los romanos, inmediatamente debió publicarlo en todo el mundo. Hubiera dicho: "Esto es lo que están proponiendo y esto es lo que contesté. Este es el último texto." Eso es lo que el Arzobispo Lefebvre hizo. El Arzobispo Lefebvre no tenía nada que ocultar, porque no tenía planeado un doble discurso en lo que estaba haciendo. Él se quedaba con lo que estaba haciendo y se mantenía allí, pero Monseñor Fellay tuvo la idea desde el 2000 poco después del maní del Cardenal, como se le llama al famoso almuerzo de agosto con los tres obispos y el Cardenal. Poco después de éste se dice que el Cardenal dijo: "Si dependiera sólo de Mons. Fellay, él ya estaría firmando,” allá por el año 2000 o el 2001.

En 2001, me acuerdo, las máquinas de fax corrían a toda marcha porque la gente estaba tan preocupada de que el obispo Fellay firmara por la Fraternidad. Hace ya 12 años. Así que ha estado trabajando en esa dirección, pero ha tenido que esconderse, porque siempre ha habido mucha oposición desde dentro de la Fraternidad. Por lo tanto ha tenido que fingir que no estaba vendiendo la Fraternidad, que no estaba entregando la Fraternidad a Roma, pero eso es lo que realmente ha estado haciendo. Él ha estado poniendo como superiores de distrito a quienes están de acuerdo con él. Ha estado haciendo estos movimientos todo el tiempo en esa dirección. Sé, por ejemplo, que el padre de Cacqueray, quién es el Superior de Distrito francés, dice que hasta el año pasado entendió lo que el obispo Fellay estaba haciendo. Antes de eso, el padre de Cacqueray fue un siervo fiel y obediente al obispo Fellay durante muchos años. Desde que se convirtió en superior de distrito, era muy leal y obediente, y no quiso aceptar la idea de que Menzingen fuera a salirse del camino o el avance de la Fraternidad en la entrega a Roma. No quería creerlo, pero en agosto del año pasado sucedió algo que le abrió los ojos, y vio lo que estaba haciendo Monseñor Fellay, y desde entonces él está absolutamente en contra de las negociaciones con Roma. Él está absolutamente en contra de la venta de la Fraternidad a Roma. Él es un ejemplo de alguien que durante mucho tiempo estuvo a favor  y sólo recientemente ha abierto los ojos. Creo que más y más personas están abriendo los ojos.

"El texto romano, si me limito a la nota preliminar y al preámbulo doctrinal de hace un mes, debo decir inmediatamente que son confusos, equívocos, falsos, y esencialmente malos.”

Eso no es de alguien que está hablando al revés, inteligente y diplomáticamente. Estos documentos romanos son confusos, usan doble lenguaje, falsos y esencialmente malos. Así es.

"Este documento es sustancialmente inaceptable. Es peor que el protocolo de 1988, especialmente en relación al Concilio y el Magisterio post-conciliar."

FIN DE LA CONFERENCIA